He ahí la pregunta clave, pero en realidad son varias las preguntas que hacer.
¿Cuál es el riesgo? ¿Cuál es la oportunidad? ¿Cuánto dinero debemos colocar en Bitcoin? ¿Cuál debe ser mi estrategia? Estas son las preguntas que uno escucha en la calle. Eso es lo que la gente quiere saber.
Ahora bien, ¿cómo valoramos un activo especulativo? Es decir, ¿cómo valoramos un activo sin valor intrínseco? En el caso de una compañía o una granja, tomaríamos en cuenta la producción del activo. Los ingresos en relación a los activos sería probablemente la variable más relevante a la hora de determinar el valor total del negocio en cuestión.
Pero, ¿cómo valoramos una obra de arte? ¿Una antigüedad? ¿Un coleccionable? Aquí no hay ingresos, porque son activos no productivos. Obligatoriamente, tenemos que recurrir a la oferta y demanda. Si el artículo en cuestión cuenta con muchos compradores, el precio seguramente será alta. De lo contrario, no valdrá gran cosa. Nótese que no estoy hablando de escasez. El artículo podría ser único, pero sin demanda, no hay valor. Eso es en relación al precio.
Pero, ¿cómo determinamos una buena inversión? El solo hecho de que un artículo se cotice a un precio elevado no significa que será una buena inversión. Un Picasso podría estar vendiéndose en 100 millones de dólares, pero eso no significa que será una buena inversión. Es muy importante que la demanda futura sea superior a la demanda actual para que sea una buena inversión. Es decir, las proyecciones de crecimiento (de la demanda) deben ser favorables.
Los desarrolladores de bienes raíces, por ejemplo, se fijan mucho del crecimiento demográfico de las ciudades para estimar el futuro valor de sus propiedades. Si la población es joven, mucha gente nueva se está mudando a la ciudad y los terrenos vacíos no abundan, se asume que los precios de los bienes raíces eventualmente registrarán un incremento. Es posible que el aumento de los precios no ocurra de la noche a la mañana, pero es solo cuestión de tiempo. La gente, tarde o temprano, se casa y quiere comprar una casa. Esa es la “futura demanda”, ahora como ¿Cómo será la demanda de Bitcoin en los próximos 2 años? ¿Mayor o menor que ahora? Podríamos comenzar a estimar esto con dos factores: Demografía y liquidez. Los millennials ven con muy buenos ojos al Bitcoin como instrumento especulativo, pero aún no tienen mucho dinero para invertir debido a su juventud. Claro que eso irá cambiando paulatinamente con el paso de los años. Por otro lado, todo parece indicar que las políticas monetarias y fiscales de los países desarrollados de los próximos años se inclinarán hacia la flexibilización de las criptomonedas. Es decir, habrá mucha liquidez monetaria debido a factores macroeconómicos.
Hay que mencionar que la comunidad Bitcoin está creciendo en infraestructura, en otras palabras, se están desarrollando servicios y productos cada vez más interesantes, lo que está incrementando gradualmente el atractivo general de Bitcoin. Eso es, definitivamente, algo muy positivo para una verdadera globalización.
Hasta es posible obtener crédito y usar Bitcoin como colateral, por ejemplo y cada vez es más fácil cambiar Bitcoin por otros activos. En fin, el mundo Bitcoin hoy es más rico que nunca.
La mejora en cuanto a la imagen y reputación del Bitcoin como inversión válida y legítima está dando resultados. En estos momentos, Bitcoin no es el activo preferido de todo el mundo, pero es un activo muy presente en el público. Ya salió de la luz, y ahora es tan común como cualquier otro instrumento financiero.
Hace 4 años, no podíamos decir eso, lo que implica que hay una tendencia. Y es muy probable que esta tendencia se mantenga en los próximos años.
Hay personas que tienen más de 2 años diciendo que quieren comprar Bitcoin, pero nunca compran nada. Siempre les parece caro, porque la primera vez que escucharon de Bitcoin el precio estaba por el suelo, pero bueno no es el fin del mundo.
En conclusión, por lo general, pensamos en absolutos. Comprar todo o vender todo. Pero eso es como conocer a una chica bonita y después de un minuto de conversación pedirle matrimonio. Calma, pueblo. Vamos por partes. Lo mejor es comenzar con un café. Es decir, podemos vender un poco. Podemos comprar un poco. E ir navegando las fluctuaciones del precio con elegancia. Si sube más, nos damos otro pequeño lujo o simplemente guardamos un poco en fiat. O si baja, compramos más. Es una estrategia ganar-ganar y sin mucha preocupación.
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Del Libro Criptomonedas en verde.
Por: Miguel Alberto Rodríguez Chávez
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